lunes, 8 de octubre de 2018

Crónica Carrera de Montaña Alto Rey.

Otro fin de semana que elegiamos, mi mujer y yo, competir corriendo. Yo contra mi mismo, mejorar tiempos de años anteriores, también hacer equipo con mi compañera y mujer, además disfrutando de todo lo que aconteciera. Erika si competía por subir al podio, así que iría contando las féminas que llevábamos por delante y las que eventualmente nos podían adelantar.
El plan: correr juntos disfrutando de la montaña y el buen ambiente, intentando como siempre, poner a prueba la maquinaria.

Transcurría 2018 y dejábamos uno de los septiembre más calurosos hasta la fecha(máximas de 35 grados)para que justo el día de la carrera, las temperaturas cayeran a "minimos", cuando subíamos por la ladera, la sensación térmica era de bajo cero y el viento soplaba metiendote el frío en los huesos.

Así es nuestra tierra!! No es lugar para tibios!! Sierra Norte de Guadalajara. Lugar de contrastes sin concesiones de aclimatación, paraje de naturaleza extrema. Estepas áridas cerealistas,  pequeños pueblos de pizarra negra y masas graníticas que se levantan contra el viento del norte, se abrigan con jaras, pinos y robles en sus faldas, regatos de agua como el Pelagallinas y el Bornova, que emocionan cuando fluyen junto a la vereda. Allí corrimos y subimos la gran montaña, el Alto Rey.

Acudir a estas carreras ya es casi una reunión de amigos. Nos vamos conociendo con gran parte de los integrantes, gente maja que te hace sentir bien a su alrededor, con su sana vision de la vida y su mirada sincera, te contagia de buen rollo llenándote las pilas para muchos días.
El coche marcaba 5 grados al llegar a Condemios de Arriba, nos tomamos el tradicional café de puchero con las galletas Maria y a ponerse los últimos aperos, el chaleco, la bolsa de agua, los geles, manta térmica...
Nos montamos en el autocar y nos trasladaron a Albendiego, donde se tomó la Salida. Este año, la organización  escuchó la sugerencia de otros años y tenían abierta la ermita donde pudimos resguardarnos del frío. Salimos como siempre...poniendo al corazón a tope, corrimos por una vereda hasta saltar el río pisando un tronco inestable, para no mojarse las piernas, subimos la ladera de pizarras sueltas, bajamos la falda serpenteando jaras hasta atacar los tobillos de la montaña. Saltamos el río pelagallinas y sacamos los bastones para no sobrecargar riñones subiendo 1000m en estos 3 km de ascensión por esta montaña sagrada que pone nombre a la carrera. Durante la subida: sudor, frío, jadeo, vistas, recuerdos y alegría al ver que lo quemado años atrás ya se ha regenerado, esfuerzo, alguna foto, miradas a paisajes y compañeros de travesía.


Al llegar a la cumbre un silbido que va cambiando de nota, las antenas y su estructura entran en resonancia con el viento regalando un ambiente tétrico a momento. Vuelta precavida a la ermita, un poco de cuerda y pa bajo en tumba abierta.
En esta bajada creíamos recortar diferencias con quien nos precedía en la carrera, pero en vez de atender a exigencias competitivas, ambos nos imbuimos en un mundo de sensaciones... a Erika le evocaban los pinos en concreto, como sabios protectores de nuestra senda nos escoltaban , a mi se me debió de despejar el olfato como nunca y a cada tramo notaba esencias diferentes, tierras vegetales, raíces resinosas, hiervas aromáticas  y esporas que perfumaban cada recodo del camino.
En el kilómetro 19 nos quedamos sin combustible, e hicimos la goma elástica virtual,  íbamos adentandonos de manera alterna y consecutiva. Así sacamos fuerzas para llegar a la meta. Al llegar Mejor Marca Personal en esta carrera desde que cambiaron su recorrido. Erika llegó la cuarta en la general, segunda en su categoría.
Como crítica, en tema Trofeos: la organización cometió un fallo orientando a los primeros en la carrera corta, les mandaron para donde no era y el tercero que si sabía para donde era, quedó primero, aunque deportivamente es cuestionable su silencio. Debido a ese fallo decidieron darle a esos dos corredores un trofeo, ¿de donde lo sacaron?? de las categorías que les pareció, a una mujer que llegó 30 minutos después, le dieron trofeo en categoría Veterana, pero la categoría Senior , desapareció en el ultimo momento, no obtuvo trofeos ni premios, de las cinco de la general a unas les daban miel y a otras trofeo. Yo lo calificó de "huir hacia delante" y remiendos que no contentan a nadie. Los agraviados de la carrera corta cogieron el famoso trofeo de la "Seta de barro"con desgana, casi desprecio. Al menos así me pareció a mi.
Como la intención era buena y acertar parece casi imposible, quedamos todos contentos y rápidamente dimos por concluido el episodio de la entrega de premios.

Nota aclaratoria: en el reglamento publicado, no decía nada de la categoría senior, aunque los años anteriores si ha habido trofeos a dicha categoría. Desde "mi punto de vista" no tiene sentido dar premios solo a una categoría.

La carrera larga estuvo perfectamente indicada y organizada. Excelente trabajo de toda la organización y sus voluntarios, que hicieron un trabajo estoico resistiendo las inclemencias para que todos disfrutaramos.
Balance general Muy Positivo. El marcaje del camino fue simplemente Perfecto!!


Ducha calentita que ayudó a salir de la hipotermia, comida con dos platos judias blancas muy ricas y filetes con salsa y ensalada, de postre exquisitas trufas de chocolate, para todos los corredor@s y acompañantes que abonaran 5 euros. Como mis Papis, que se unieron a nosotros en este primer día fresco del Otono.



Vuelta a casa con la sensación de haber aprovechado el día, recordando los aromas a bosque antiguo y ganas de repetir retos tan duros y gratificantes como el de correr la Carrera del Alto Rey.


martes, 10 de noviembre de 2015

Para gustos? carreras!!

La Behobia

Ese peazo de carrera diodenal!!
La clásica!!
Una Carrera Especial!
 



Tras las descripciones recibidas de dicha carrera, después de tantos halagos y ninguna crítica, era normal... altas expectativas y más altas expectativas.

Ya la inscripción empezaba mal, te preinscribes, te ponen en lista de espera, y ya si eeeso yaaa .Pues resultó que si tenían hueco para un par paganinis más, si no recuerdo mal, fueron 45 pavazos la inscripción.
30.000 corrimos al final. Echa cuentas...

Todo lo que relato, es exclusivamente mi opinión y punto de vista. Entiendo que otros no estén de acuerdo. Como dicen por ahí: "las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno y no hay dos iguales".

Mi culo o mi opinión: cuando la codicia por ganar mas dinero se impone, el sin sentido se extiende, lo sencillo se complica y la esencia del deporte se contamina.

Pese a que la organización de esta carrera la hacíamos con muchos meses de antelación, al estar sobredimensionada la carrera, lo que encontramos una vez pagada la inscripción fué:
Imposibilidad para reservar alojamiento cerca de la llegada, San Sebastián. Dificultad para reservar cerca, veinte minutos en coche, como mínimo.
Imposibilidad de reservar un restaurante para el día de la carrera o el día anterior.

Después te dicen que tienes que comprar el billete de tren para ir a la salida el día antes, que debes dejar la bolsa de guardarropa el día antes, donde recogimos el dorsal...dejar la bolsa de guardarropa el día antes??

Acostumbrado a lo sencillo, cada vez me parecía más que todo se complicaba sin sentido.

Seguimos las recomendaciones, salimos con tiempo de sobra y no nos fue muy mal, ni muy bién. Con las prisas siempre algo se te olvida y la imposibilidad de dejar tus cosas a última hora en guardarropa recorta muchas opciones.

En el metro íbamos como sardinas en lata, de echo en un tren previo no pudimos subir porque no cabía la gente, al llegar este, totalmente lleno. Después de un montón de paradas, en posturas incomodas, llegué con la camiseta como si llevara corridos los primeros kilómetros.

Luego allí, en la zona de espera para salir en tu reemplazo, era un sitio sacado de una pelicula de alex de la Iglesia, medio poligono industrial, medio ciudad dormitorio, o vomitorio, todo lleno de tiendas de licores, no sé, una mezcla entre los slangs de lloret de mar y un duti free.
Para comenzar tu carrera, habia tantas horas distintas de salida, que de la gente que conocía, nadie corriá en mi hora. Por primera vez, saldría solo.... Al final de la carrera uno acaba solo, sigue su ritmo, compite contra si mismo, blablablabla
Somos gregarios, nos gusta estar con gente conocida, al menos en el inicio... al menos a mi!. Me faltaba estar con los compañeros de mi Club de Atletismo de Villanueva de la Torre, tenerlos en los prolegómenos de la salida, picarnos mutuamente o apoyarnos con algún consejo o chascarrillo, marcarte el objetivo de seguir a alguno de los galgos durante unos kilometros, o que a alguno se le atragante el adelantarte... el juego que jugamos normalmente. O el cariño de tu pareja para dar un poco de buenas vibraciones a aquel extraño lugar.

  ¿Que sentido tenía todo aquello??  estaba allí para correr una carrera que pffff "es especial!!??". Mis cojones también son especiales!! en alguna manera, seguro que si me pongo, les encuentro la razón por la que son especiales, mis cojones me refiero, con perdón! que diría el gran C.J. Cela.

Hacia un mes había corrido una carrera por Madrid: "Madrid corre por Madrid" mientras la corría pensaba en hacer una crónica en la que el título seria "Madrid No anima por Madrid", no había ni un alma animando! pensé afilar mi prosa descargando contra esa panda de... luego lo pensé mejor, era domingo temprano y yo también elegiría dormir, cuando además "hay carreras todos los jodidos domingos" que digo yo, que pensará un residente de la zona centro-retiro.


A lo que voy!!, es cierto lo increíble!! de como anima la gente en la Behobia!! una pasada!!, se tiran toda la mañana!! Aúpa!! animo!! y muchas otras cosas, que al ser en Eusquera, no puedo reproducir.

En serio, Olé!!, me quito el sombrero ante la "Entrega de el Público". Y por ellos entiendo, que son el principal motivo, de que halla quien piense que esta carrera es especial.
Ellos la hacen especial, o diferente al menos. 

Pero para mi, esas miles de personas gritando no me empujaban ni la milésima parte de lo que me ha empujado la motivación de correr otras carreras acompañado de mi pareja, compartiendo la superación. O con siete u ocho compañeros, que entre unos y otros se genera un bonito ambiente. Ni de correr para lograr un objetivo, como hacer marca personal. O adelantar a un compañero que parece difícil de alcanzar. O correr por la naturaleza.

Toda esa gente jaleando, me animaba su apoyo al principio, pero después dejé de oírlos, se convirtieron en parte de el paisaje, quería nutrirme de su energía, lo intenté muchas veces, pero no me funcionaba.

Tras unos kilómetros pensé: Lo que no te cuentan de esta carrera, es que estoy corriendo por una Autopista! he dejado atrás la carretera nacional, atrás las rotondas, atrás la calle feísima de la salida, con ese el olor, a mierda!! que salia de los urinarios portátiles sin producto o sistema que lo atrape. Asfalto bajo tus pies, a la derecha quitamiedos, detrás de los mismos, los coches  circulando y regalándote un poco de humo. Subes una pedazo de cuesta rodeando una montaña, pero las vistas?? no hay vistas, porque la gente impide que veas el mar, el rio, los puentes ni lo que sea que halla detrás de esta de la fila de gente.

Pero en verdad, no lo pasé mal. Disfruté con desencanto, me animaba y me tocaba la moral algún detalle, me motivaba un kilometro y me defraudaba en una calle sin espacios para adelantar, me daba un subidón la batucada y otra vez deseaba terminar e irme a la playa y a tomar unos pinchos.

Puede, que empezar solo en aquel cajón virtual, siguiendo una pancarta que no representaba nada para mi,  fuera la primera cuesta arriba.

Puede ser que aquel viaje en tren fuera un mal inicio

Puede ser que haber corrido la "Media Maratón de el Alto Rey" semanas antes, hiciera tan dura la comparación. Aquel bello recorrido por la sierra norte de Guadalajara: atravesando ríos, bosques, cercas... afeaba casi cualquier otro recorrido.

Quizás eran las expectativas

Quizás que no había cagado


Reconozco que estaba siendo muy crítico, pero me joden los elitismos, y las pre-inscripciones para entrar en lista de espera, cuando luego vamos a correr 30.000

De la organización y los voluntarios no se puede poner un pero. Todo muy bién, salvo que eramos 30.000
gestionar todo aquello, merece un sobresaliente, pero para que hacerlo tan grande?? para que grupos de salida cada 5min?? durante tantas horas??

¿Que las ambulancias tuvieran que ir por el recorrido de la carrera para evacuar a un herido?? circulando en sentido de la marcha, como la gente no se enteraba de que venia una ambulancia por detrás, no se apartaba, la lentitud me parecía exasperante a la par que inconveniente.

Al final, si le he puesto algún pero, unos cuantos.

El sinsentido creado por una única razón, la codicia.

 Mi compañero Dave, me pidió que le diera mis impresiones, para escribir él, una crónica, como si fueran dos frases!! Cuando abres la lata, cuando hay tanta contrariedad...

Pues una vez explicada un poco la experiencia, resumiré diciendo que fue una montaña rusa: subir, bajar. Disfrutar, disgustarme, positivo, negativo, regular, buenas sensaciones, incomprensión, feliz en muchos momentos, (sobretodo al acabar): al encontrarme con mi mujer, meter los pies en la contxa y comer de pintxos y beber txacolí.

Lo bueno sin complicaciones sabe mejor.











miércoles, 13 de mayo de 2015

La carrera de las Edades de el Hombre
 profecía por el desierto

Esperábamos pasar un fin de semana fenomenal. Viajar a Ávila el viernes, para correr "La Carrera de Las edades del hombre" que se celebraría el domingo a la una de el medio día.
Fin de semana con sus cañitas, sus tapitas, sus paseos por una bonita muralla, visitar la exposición, terracitas, helados...
Después estaba la carrera, un diez mil, de perfil "llano", llano mis cojo.., buen tiempo, buena comida al terminar, "judiones, papas revolconas y chuletón de Avila". Aquí la experiencia y esa maldita "spanish filosophy, piensa mal y acertarás" empezaba a retorcer el nivel de las expectativas. Demasiado bonito, no acababa uno de creerse semejante planazo.

Como una profecía auto-cumplida así fue: magnifico fin de semana, espectacular ciudad!, asombrados de lo rápido de el viaje, siendo viernes además. El tiempo lo mejor, las terrazas, los baretos con los compañeros de el club, que nos enseñan los lugares con las mejores tapas mmmmmmm...
Lo pasamos en grande, nos pusimos como el KIKO y dormimos como un cesto.

Día D

Salimos de el hotel y aparcamos sin problemas a cinco minutos de la salida. Nos encontramos los cuatro villanos, David "Coco", Erika, Laura y yo mismo. Las chicas decidieron hacer una expedición a una gasolinera, para visitar los servicios. Ya que la organización, no había dispuesto los baños portátiles de rigor, en estos casos.

De acompañamiento, una procesión de creyentes o borrachos, que portaban una virgen, a la par que bailaban el cruzaito. Un energúmeno los guiaba sin parar de lanzar cohetes. Cohetes que subían a veces verticalmente y a veces se escoraban acojonando bastante, explotaban  y enojaban hasta el mismísimo Picachu. 

Desde ahí, las cosas cambiaron de color. 2500 corredores eran muchos. Ya no conseguimos los villanos reunirnos para la salida. Aunque tengo mis fundadas sospechas que Coco, me dio esquinazo para hacerme la 13 14.

 La salida se retrasó 15 minutos, a pleno sol, contando los 10 minutos previos, sumaban como mínimo 25 mínimo esperando, con mucho calor.
Se dio la salida y todo el mundo como si estuvieran paseando, casi andando. Y tan apelotonados que era peligroso adelantar. Bajada, llano, mas bajada, mas llano, mas bajada... por supuesto! todo lo que baja, tendrá que subir!
Llegamos a los dos kilómetros y medio y primer puesto de avituallamiento, diez metros delante de mi, dan la ultima botella de agua. No puede ser! detrás mía corrían cuatro quintas partes de la carrera ¿y ya no había agua para nadie mas?
En el km 7,5 tampoco había agua... caras de incredulidad, miradas de desesperación... Ya, ante esta situación, la gente buscaba una solución y muchos la encontraron en el suelo. Las botellas que quedaban a medio beber en los laterales de la calzada. La generación de la litrona recuperó su inocencia, olvidó el conocimiento adquirido, dejó a un lado los escrúpulos y se hidrató como antaño, compartiendo la boca de una botella con desconocidos.

Esto me hizo pensar, que si no me daba prisa, también se acabarían los suministros en la llegada. Apreté el ritmo encarando un durísimo final, con la boca totalmente seca, cuesta arriba y pegando duro el sol, diría yo, que 35 grados eran pocos.

Aunque habíamos comenzado frente a la preciosa muralla, el recorrido era bastante feo, por el extrarradio, barrios sin ningún encanto y sin sombra.

Llegué a la meta y no tardé mucho en ir a la zona de avituallamiento, justo a tiempo para la lata de refresco, pero el agua otra vez se acabó en mi cara, por suerte vi que sacaban en el lado contrario al que yo me encontraba, un pack de seis botellas de litro y medio, al grito de es "el ultimo agua que queda". Como si fuera un refugiado en medio de una catástrofe, saqué eso que sospechas llevar dentro, y me hice con una botella, corrí a la llegada a esperar a las chicas. Sabía que habrían padecido como mínimo, lo mismo que yo.

Mientras las esperaba, la ambulancia se llevaba a uno con golpe de calor y era el tercero que veía caer, en la Carrera del Desierto de Asfalto.

La preocupación aumentaba por momentos, intentaba hacer un calculo de sus tiempos, pero no llegaban...

Llegó exhausta Erika, agradeciendo el agua que yo les reservaba y el mojarle la nuca.
Mientras atendía a Erika vi como Coco,empezaba a moverse como un padre esperando junto a la sala de partos, intentaba alargar el cuello para encontrar a Laura y al no verla, se movía mas rápido. Él la esperaba con una lata de bebida, también las latas, se habían acabado.
Llegó Laura también exhausta, refresco, agua, nuca mojada y a buscar a la hermana de Coco.

En este punto, mi sensación no era si había corrido bien o mal, o si le había rebanado la cabeza a Coco en su tierra, que SI!. Era que habíamos sobrevivido, habíamos esquivado el golpe de calor y la deshidratación. Estábamos bien. 

Cuando averiguamos donde había que ir para recoger la comida, ya había 500 metros de cola, que se movía despacio. Una hora para conseguir la bandeja con una rica cerveza, coca cola, pan, patatas revolconas y una hamburguesa con una bandera de plástico clavada encima, que decía "carne de Ávila". Demasiado bueno para ser verdad. Los judiones se habían acabado, sorpresa sorpresa. El chuletón no era un chuletón... Pero vamos!, eramos supervivientes!

Realmente estábamos contentos, aunque veíamos todo lo que había salido diferente a nuestras expectativas, el gesto era de satisfacción y disfrutamos de la comida y de la cervezas a la sombra, tumbados en el césped y  de los cafés y de los helados en una terracita. Compartimos la experiencia según cada uno lo había vivido, Risas, besos y para Villanueva.
 
No diré que fue un desastre la carrera, aunque mucha gente lo decía al terminar.

Lo cierto, es que para mi, fue una experiencia vital. Ver como la gente reacciona ante un pequeño caos, la mini-supervivencia que conllevó. Ver como algo fácil se complica y te da lo que sin saberlo, buscamos al correr: Vivir algo intenso. Un 10.000 se convirtió en una aventura y según mi punto de vista, fue el colofón final, a un fin de semana excepcional, mejor incluso de lo que habíamos imaginado.

No repetiría en ediciones venideras, al no ser que circuito cambie a el interior de el casco histórico.

El organizador nos envió un email pidiendo disculpas por todo lo acontecido. Lo cual le honra.














jueves, 30 de abril de 2015


Un Maratón Inesperado

Exención de responsabilidad: No apto para mentes sensibles: el contenido de este texto puede ser escatológico, puede contener palabras o expresiones que resulten incomodas o desagradables para según quien.

Prologo

Unos meses antes salían de mi boca frases como:
- el limite de lo lógico, son los 21 km de la media maratón.
- mas de 21km es insano y contraproducente.

Pues así es la vida, basta que un día hagas una afirmación con la boca llena, para que se alínien contra ti los astros, o a favor!, mejor dicho. Y acabes por tragarte esas aseveraciones que tan solidas parecían.

Pero vivir es moverse, moverse de tus convicciones es cambiar, cambiar es avanzar y avanzar es crecer.

Yo respondía: - Sí, algún día correré una maratón, pero falta mucho todavía. Quizás para Octubre, si me veo en condiciones.

Los compañeros que corrían la maratón de Madrid, me invitaban a participar en ella, diciéndome:
-Como la Maratón de Madrid no hay otra
-esta es especial!
-esta no se olvida...
-es la mejor... 
Sin explicar porqué, dejando un halo de misterio, el cual te invita a que busques tú, que descubras eso inexplicable,  que te marcará para siempre.

Envidia sana

Dos días antes de la celebración de El Rock and Roll Maratón Madrid,  ya no pude contener la envidia sana, sana porque te empuja a desear vivir lo que los demás están viviendo. En este caso, junto a mis compañeros de el "Club de Atletismo Villanueva de la Torre", vivir la camaradería, los vaciles propios entre competidores, vivir la emoción de enfrentarte a tus limites, de encarar tus miedos, de buscar tus debilidades... y  en un acto de inconsciencia, compré mi dorsal.

Dudas

Aparqué el coche y llovía, algo de frio, recorté la bolsa de basura y me cubrí con ella. Pero pasaría frio?, necesitaría una térmica?, un chubasquero?, y la más preocupante de mis dudas: me entrarían ganas de cagar en medio de la carrera?...Para el que no lo sepa, correr es el mejor laxante que hay, si hace frío mas.
De camino al ropero vi un bar, me estaba meando, pensé que serian nervios, pero porsiaca, entré. Estando delante de roca volvió la incertidumbre, gracias a mi regularidad mañanera de los últimos tiempos. Me encomendé a la diosa fortuna, bajé mi pantalones sin que tocaran el suelo, adopte la postura caganet, aprovechando para calentar cuadriceps, respiración abdominal y relajé. Sonó la flauta, o el trombón mas bién, y cuando miré hacia abajo era como el icono de "wasap" me sonreía y le dije: - te llamarás Bienvenido, o mejor!, Lastre.

Habiendo soltado lastre, ya nada me pararía, se habían acabado las dudas,  y solo las certezas podrían ser un obstáculo para llegar a la meta.


Al lío

Me tocaba ir a el cajón 5, pero andaba tan ligero y determinado que sin dudarlo me colé en el cajón 2, ahora si empezaba a sentir la adrenalina. Acompañado de el Vilorio Briones, contrariado por encontrarse un cajón mas atrás, y de Juanjo que transpiraba tranquilidad y confianza. 
Unas fotos, un poco de conversación sobre lo rápido que pasaba la mañana. Sonó el disparo y nadie se movía, había unos miles por delante, tocaba esperar. Vilorio desapareció en cuanto corrimos los primeros treita metros y Juanjo se dispuso a ser mi compañero de viaje. Me preguntó que cual era mi objetivo -acabar.  
-de tiempo?
-Cuatro horas sería fantástico!
-Como yo! pues tenemos que ir a 5.50min/km
 Cada vez que me tentaban las ganas de acelerar  Juanjo me decía:  -no hay prisa, vamos 5,50 para hacer cuatro horas, que esto es muy largo, que si no te estrellas...

De repente... otra vez! ganas de mear, como podía ser? seria la cuarta en la ultima hora. -serán los nervios!
Pero las ganas aumentaban, como lo haría?, por primera vez iba acompañado, me gustaba ir acompañado, pero me meooooo

y es ese momento lo vi claro, ¿cuando iba a tener la oportunidad de mear delante de un municipal, sin temor a ser multado o increpado? busqué el agente mas cercano, me la saqué y que alivio! que gozo! y que chute de adrenalina! jeje

Con renovadas energías pero con un considerable esfuerzo, conseguí alcanzar a mi compañero.

Podría alargarlo mucho, pero intentaré abreviar: 

Fuimos juntos un rato, hasta encarar sol, alli recordé al compañero Fernando, que siempre me habla de "evitar un ritmo lento que te incomoda la zancada" le entendía a la perfección, necesitaba alargar la zancada, soltar los caballos...  me vine arriba y deje de contenerme. Que las piernas me digan el ritmo cómodo.

Y desde ahí:

Como en las fabulas, yo era un animalillo que atravesaba un bosque, de camino pasaba de todo, encontraba multitud de personajes:
 La coneja. Animosa compañera que saltaba de zona en zona para empujarme por esta aventura,
 Las hormigas, trabajadoras organizadas, animadoras conocidas "con carteles y sin carteles, pero gritando frases de ánimo.
La Gacela, compañero que me recordaba lo largo de el camino.
Los desconocidos, liebres, gacelas, viejos búfalos, tortugas y osos que me rodeaban y protagonizaban su propia aventura. Conversaciones, lluvia, risas, lluvia, charcos, fosos, lluvia, codos, salpicaduras... Acompañantes repentinos como el Zorro, que salía de detrás de un arbusto, te daba el parte de guerra y saltaban a otra trinchera.
Mas lluvia.
Javalies Peatones desconsiderados, que cruzaban cerrando los ojos para que tu los esquivaras, corderos transeúntes  que te animaban, o no. Cigarras borrachos que te hacían la cruz, presagiando tu muerte desde la puerta de el bar.
Toda una fauna, la que por Madrid circula. 

Momentos de sufrimiento como en casa de campo, continuados por euforia al salir de la misma, después dolor multiple, pies sobretodo. Seguido de alegria, como al ver mi Escuela en Ronda de Valencia. Cansancio inmenso por colón, seguido ilusión al ver el retiro, o más alegría al encontrar a mi mejor amiga, Erika.
 y todas las emociones juntas cuando vi el reloj de la llegada. Había bajado de las cuatro horas, tomaaaaaaaa!

 De las distancias no fuí muy consciente.
Mi técnica no fue correr una maratón, fue correr una media maratón y al llegar, solo necesitaba volver. Así hice y me funcionó.

 Fue menos duro correr la maratón, que andar los posteriores 1500 metros hasta el coche.

Me encantó que el Rock and Roll Madrid Maratón me desvirgara, dolió y me dió mucho placer.

Como mis compañeros acertadamente predijeron, ha sido especial. 

Gracias! a todos y todas, Personas, Animales, Compañeros, Organizadores, Patinadores... y sobretodo! a la lluvia, que me encanta! y me dió ánimos a cada paso.














 





















lunes, 26 de enero de 2015

Mi Primera Media


Esto va de correr.



Con el gusanillo en el cuerpo, ya probadas las carreras 10k y algún entreno de esos, que se alargan hasta pasados los 17km, decidí enfrentarme a mi primera "Media Maratón". No las tenía todas conmigo, en la semana previa, las piernas se me agarrotaban por detrás.

Acompañado de dos grandes compañeros de el Club de Atletismo, dos Galgos veteranos, Dave y Peñu, nos situamos a cinco metros de la primera linea.
Empecé tan despacio como pude, que era poco, contagiado por el resto de corredores y tras el disparo, parecía que todos tenían mas prisa que yo. Mis compañeros, los primeros en dejarme atrás.

Desde el inicio hasta el km 14 pensé que llegaría el último, me adelantaba todo el mundo, o al menos eso era lo que me parecía.
pensaba:
-Pero bueno, cada uno, hace su carrera.
 - si llego sin lesiones, capitán general!

Por primera vez, iba sin pulsómetro, por sensaciones y las sensaciones cambiaban de bien a mal, diez veces por kilometro.

En el kilometro diez pensé: -como molan las carreras de 10km!

En el 12: -¿para que correr mas de 10?

En el 13: -no! vuelvo! a apuntarme a una media.

Cada poco me adelantaba alguna pareja de amigos. Uno iba animando al otro sin parar:
 -"vamos! muy bien!, fenomeno! estamos ganando km a km!, vamos a 4,30! vamos sobrados!".
Yo como un vampiro oportunista, me arrimaba un rato a ellos y absorbía toda la energía que me era posible, hasta que me dejaban atrás y sus palabras sonaban como un eco desolador.
 Mientras que otra pareja no me alcanzara me quedaba acompañado de mi mismo, que no es poco, de hecho, a veces es demasiado:

-Donde carajo! está está el globo de las 2horas? , y el de 1h45?

Me respondía a mi mismo: -chico! ni faquin idea!

Al pasar el 14 mas o menos, decidí que era hora de tomar el gel, a pesar de que llevaba un rato buscando avituallamiento para ayudar a tragarlo, esperar más, no tenía sentido. Lo tomé poco a poco y como Popeye, en un pis pas, estaba corriendo mas rápido, menos cansado y con mas ánimo.

 En una calle, que al final girabamos 180 grados y volvíamos por la misma, vi por primera vez, a toda la gente que llevaba por detrás . Ni de coña! iba a llegar yo el último!

En el 17 ya, no solo no me adelantaban, ahora adelantaba yo!

En el 18 pensé: -La "media" es la distancia ideal! Tiempo para morir y tiempo para resucitar.

En el 19 largo alcanzaba a mi compañero Peñu, que rodaba a un ritmo inferior. Mantuve el ritmo y tras lanzarle un grito de animo y cortesía, por si quería defender su cabeza, me alejé con la duda de si habría batalla al sprint.

Entrando en el estadio: Ya está ahí! y con energía para más! pero cuando ví el reloj... toma ya! unbelievable!

En dos semana más.


Tengo que reconocer, que sin mis compañeros, esto no hubiera sido posible. Es el buen ambiente dentro de este club, el que hace que correr sea una actividad divertida. Sus consejos me nutren, sus historias y cercanía me alimentan.

Especialmente entre todos ellos, mi compañera y pareja Erika, que me apoya y me empuja desde sus sueños premonitorios, hasta el aliento de sus gritos de animo.


Esto de correr carreras, va de Sufrir

De doblegar a el llorón que llevamos dentro.

De discutirle las razones para parar, con argumentos de loco,

 y ganarle.